¡Mejorá tu productividad!

Muchas veces asociamos el trabajar mucho con trabajar bien, pero eso no es del todo real. Para no tener que seguir contestando mails, haciendo presupuestos o terminando tus tareas cuando llegás a tu casa, es importante que sepas organizarte en tus horas laborales. Aprovechar tu tiempo libre para distraerte de la rutina diaria es vital para que rindas mejor en tu trabajo. Pero para que eso ocurra, tenés que poder apagar la computadora y desconectarte por completo. Si sos freelancer o si estás empezando con un proyecto, seguramente esto te resulte una misión casi imposible, pero acá estamos nosotros a tu rescate, ofreciéndote alternativas para aumentar tu productividad.

¡A dormir!
Todos los que trabajan por su cuenta o están emprendiendo han pasado por esas noches eternas en donde la to do list parece eterna. Terminar con tu jornada a las 3 am y despertarse a las 7 para arrancar un nuevo día,  puede ser la solución solo para momentos de extrema urgencia, pero no es una dinámica que debas adoptar como rutina. Es fundamental que nuestro cerebro se recupere de toda la actividad del día para poder dar lo mejor de vos y eso solo es posible si dormís por lo menos 6 horas y media.

Fans de la planificación
Dedicá un rato a la mañana para ver cuáles son las actividades de tu día, cuáles son las prioridades, si tenés alguna fecha de entrega cercana y qué es lo más complicado de lo que tenés que hacer. Te recomendamos que te hagas un punteo con cada una de las tareas y le estimes un tiempo de realización. Pensá en un tiempo realista que después puedas cumplir. Una vez que tengas eso armado, ordenalo por prioridad y por dificultad. Sacate de encima las cosas más difíciles a primera hora, que es el momento en el que más energía tenés… A las 6 de la tarde ya no estás tan fresco.
Cuando entres en ritmo, vas a poder comprobar si los tiempos estipulados estaban bien o si tenés corregirlos. Todos los días vas a ir optimizando ese cálculo.

A la Pomodoro
No hablamos de una salsa ni de comida, sino de una técnica de administración de tiempo que está comprobada que sirve para aumentar la productividad. ¿Cómo funciona? Fácil. Tenés que trabajar durante 25 minutos sin interrupciones y tomarte un descanso de 5 para retomar un nuevo período de 25 minutos de trabajo. Una vez que hayas cumplido con tres o cuatro rondas de estas, podés tomarte un descanso más largo.  ¡Ponete el cronómetro y probá la pomodoro!

Tiempo libre
Es importantísimo que te pongas un horario de trabajo y que, durante el resto del día, hagas cosas que no estén relacionadas con tu actividad. Salí a correr, hacé cosas que desarrollen tu creatividad, pasá tiempo con amigos y familia. Solo pudiendo desconectarte vas a lograr no hastiarte de la rutina y trabajar con más ganas todos los días.  
Durante tu jornada laboral, podés usar un programa que te ayuda a tomarte obligatoriamente un break. Work Rave interrumpe lo que estés haciendo en la computadora y  te enseña algunos ejercicios corporales que te ayudan a descansar. Fundamental para retomar tus pendientes con más energía.

La difícil tarea de concentrarse
Vivimos en una época en la que hay muchas opciones de entretenimiento y cuesta mucho no caer en la tentación de chequear las redes sociales, mirar videos o chatear con un amigo. Te recomendamos que cuando estés trabajando, descontectes tu celular de internet. Eso va a evitar que te lleguen mensajes o notificaciones que te obliguen a mirar y termines perdiendo más tiempo del que esperabas.
En cuanto a tu actividad frente a la compu, existe una herramienta de Google Chrome que es muy útil para controlar tus impulsos de entrar en la perdición del mundo de internet. Stay Focused te permite limitar el tiempo que pasas en páginas que te distraen. Vos elegís cuáles son esos sitios web que querés restringir durante tu horario de trabajo. ¡No tenés excusas para perder tu tiempo!
Para concentrarte, es importante generar un ambiente cómodo de trabajo. La música te relaja, pero si tiene letra, es probable que te distraiga. Por eso, escuchá música instrumental a un volumen bajo para que no ocupe un lugar central en tu cabeza sino que sea un acompañamiento a tu actividad principal: el trabajo.

Cuentas claras, cabeza despejada
Un tema que siempre ocupa espacio en nuestras cabezas es el de las finanzas personales o las de tu emprendimiento. Si estás pensando en plata todo el día, perdés el foco y el tiempo que deberías dedicar a tu trabajo o a pensar en ideas creativas para mejorar tu proyecto. Por suerte existen soluciones digitales que nos ayudan a organizar nuestras finanzas y que no solo nos permiten ahorrar tiempo sino que, además, son una herramienta genial para tener un control detallado de nuestras cuentas. ¡Ocupá tu cabeza en lo que realmente te interesa y dejá que la tecnología haga lo suyo!

No hace falta que dediques todo tu día a tu trabajo o a tu proyecto. Si hacés que tus horas de trabajo sean realmente productivas, vas a poder aprovechar tu tiempo libre para distraerte y cultivar tu cabeza. Poné en práctica los consejos que te dimos y ¡hacé rendir tu tiempo!

 

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