Buenas prácticas para un buen freelancer

Con las facilidades que genera internet, cada vez son más los que eligen trabajar freelance. Hoy en día, gracias a las plataformas que permiten contactar clientes con proveedores, es más o menos sencillo conseguir algunos primeros trabajos para realizarlos por tu cuenta. Sin embargo, cuanto más oferta hay, es necesario diferenciarse de la competencia para que te elijan a vos y no a otro. En este sentido es que nos parece muy importante tener algunos buenos hábitos que te permitan crecer como profesional y así brindar el mejor servicio posible.

Cuestión de tiempo
Trabajar por tu cuenta es una experiencia única con muchos beneficios aunque a veces puede resultar difícil. No tener jefe implica que no tengas a nadie que te marque prioridades, tiempos y objetivos. Por eso es necesario que lleves una buena organización de tus tareas. Ante todo, utilizá una agenda.
Una buena forma de definir tus tiempos es dividir tu día en cuatro instancias distintas: creatividad, descanso, conexión y reuniones.  El momento de la creatividad es aquel en que tenés que poner todas tus energías en crear nuevas ideas, proyectos y llevar a cabo las tareas pendientes. Es importante que intercales con momentos de descanso en los que apagás por un rato la computadora y te dedicás a hacer algo que permita que tu cabeza se desconecte.
Por otro lado, hoy en día es imposible pensar en que una persona no chequee sus redes sociales o programas de mensajería durante su jornada laboral. Lo que te proponemos es que planifiques un momento de conexión en el que puedas mirar todo lo que quieras y luego puedas volver a trabajar.
Por supuesto también es importante que te reserves algo de tiempo para reunirte o hablar con tus clientes.
Una persona organizada que cumple con sus tiempos es un profesional en el que, seguramente, sus clientes van a volver a confiar.

Calidad vs. cantidad
Si bien es necesario que tengas una cantidad mínima de trabajos que te permitan vivir de ellos, creemos que es fundamental que te enfoques en la calidad de lo que hacés.
Si te comprometés con muchos clientes con los que tenés que cumplir tiempos, es muy probable que empieces a repetirte y te conviertas en una máquina de sacar trabajos.
Ese esquema puede funcionarte un par de meses, pero en algún momento, el cliente va a pedirte un servicio diferenciador y no vas a tener la capacidad operativa para dárselo. Por eso es importante que te enfoques en la calidad de lo que hacés, que busques ser distinto a lo que hace el resto e incluso a lo que hiciste vos hasta ahora. Te aseguramos que si encuentran originalidad en tu trabajo, vas a tener clientes mucho más fieles.

¿Hogar dulce hogar?
Cuando empezás a trabajar por tu cuenta, la solución más sencilla es hacerlo desde tu casa.  Si estuviste toda tu vida en una oficina, es lógico que estés ansioso por probar qué se siente trabajar desde la cama y en pijama. También desde un punto de vista económico, mientras estés arrancando y tengas pocos ingresos fijos, te permite ahorrar el alquiler.
Sin embargo, si pretendés mejorar como profesional y conseguir mejores resultados en tu trabajo, una vez que tengas una cantidad suficiente de clientes, tendrías que pensar en alquilar un espacio en una oficina para fomentar tu concentración. Tu casa está llena de distracciones y de interrupciones.
Por suerte, hay opciones cómodas y accesibles para que puedas tener un lugar en donde instalarte: los coworking, en donde, tanto profesionales como startups, comparten espacios de trabajo. No solo son ambientes pensados estética y funcionalmente para que te dediques de lleno a tu actividad, sino que además, estás expuesto a encontrarte con potenciales clientes y conocer gente de distintos perfiles de quienes podés nutrirte.
Por otro lado, si en algún momento necesitás reunirte con un cliente, está bueno que cuentes con un lugar en donde puedas citarlo. Eso le da un marco de mayor seriedad y genera confianza en quien va a contratarte.
Existen varios de estos espacios desparramados por todo el país. Algunos de ellos son: WeWork, La Maquinita, Espacio Bitcoin, TeamWorks. Investigá según la zona que te quede más cómoda, cuáles son las ofertas de coworking que más te convienen.

Siempre al día
El mercado es cada vez más competitivo y una de las formas en las que necesitás mostrar que valés la pena como proveedor de servicios, es capacitándote y estando al día con todo lo referido a las novedades de tu profesión. En momentos en los que no tenés mucho trabajo, aprovechá para investigar qué es lo nuevo, hacé cursos y creá proyectos en los que puedas poner en práctica todo lo que aprendiste.  Esto te sirve no solo para asentar tus conocimientos, sino también para mostrar a próximos clientes qué sos capáz de hacer.
Una de las formas de mantenerte informado es a través de la suscripción a newsletters de páginas relacionadas a tu actividad, entrando a blogs de expertos y generando grupos colaborativos con colegas en donde todos publiquen actualizaciones.

La tecnología, tu mejor amiga
Empezá a utilizar aplicaciones que te faciliten tu tarea. No solo vas a perder menos tiempo, sino que, además, te mostrás como una persona interesada en la innovación y en todo lo nuevo que surge. Así, generás una mayor expectativa por parte de potenciales clientes que prefieren personas que estén aliadas a las nuevas tecnologías que aquellos que no pueden adaptarse al mundo de hoy en día.  Aplicaciones como Evernote, Todoist, Trello o Rescuetime pueden serte de mucha ayuda.
En este sentido, también te recomendamos que te hagas tu cuenta en PayPal que no solo te permite ofrecer un medio de pago sencillo y seguro, sino que, además, podés cobrar trabajos que hagas para el exterior sin problemas. Es una ventaja porque genera menos inconvenientes para los clientes a la hora de pagar.
Y para hacerte la vida más fácil a vos, hacete usuario de Nubi, para recibir tus pagos en pesos o en dólares en tu cuenta bancaria local.

Con buenos hábitos, acercándote a la tecnología y organizando tu agenda, vas a poder ofrecer un servicio de mayor calidad. Si los clientes ven que respondés en tiempo, forma y encima agregás tu impronta personal, seguramente quieran volver a trabajar con vos. ¡Ponete las pilas, mejorá como profesional y fidelizá a tus clientes!

 

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