Nada puede salir sal: Aprendé del fracaso

Superar Fracasos - Nubi Blog

El entusiasmo es vital para dirigir o ser parte de cualquier proyecto. Esa energía positiva es la que va a hacer que siempre haya un buen clima laboral, que surjan nuevas ideas y que se superen todos los obstáculos. Bueno, en realidad, para ser totalmente honestos, hay algunos obstáculos que no se superan. Pero, ¿quién dijo que eso tiene que ser un freno? De todas esas dificultades, a las que mal llamamos fracasos, se aprende.
Es obvio que en las buenas vas a sentirte motivado. En las malas, convencete de que un buen emprendedor tiene que sacar provecho de todas las circunstancias que transita en su carrera. Adueñate de esa idea, repetilo como un mantra y ¡salí adelante!
Desde nuestro lugar, te dejamos algunas nociones que pueden ayudarte para llevar más fácilmente este proceso. Además, te refrescamos una nota para que te inspires en grandes emprendedores que transformaron situaciones de crisis en grandes éxitos.  

¿Fracaso?
Dejemos algo en claro: para llegar a algo sólido, es casi inevitable pasar primero por arenas movedizas. O sea, son contados con los dedos de la mano los emprendedores que fueron exitosos con su primer proyecto. De hecho, el 90% de los emprendimientos no llegan a cumplir con las expectativas y quedan a mitad de camino.

Para decirlo de otra manera, casi todos los que lograron triunfar con su empresa, pasaron primero por experiencias frustradas. Y es esa la palabra que nos gusta usar: experiencia.  “Fracaso” tiene una connotación negativa que nos parece que no corresponde para este tipo de situaciones porque TODO lo que hagas de ahora en más, va a servirte para un futuro. Como en la vida, si algo te sale mal, ya sabés lo que tenés que evitar la próxima.
Llenarte de experiencias es lo que va a hacerte más criterioso en tus elecciones.

De hecho, el New York Times publicó un estudio de la Harvard Business School en donde plantea que el haber fracasado en proyectos anteriores,¡no condiciona en nada el éxito en subsiguientes emprendimientos!

No busques culpables
Quizás porque en la escuela, cuando nos mandábamos alguna macana, la profesora nos preguntaba ¡¿Quién fue?!,  o quizás porque no nos bancamos no tener en quién depositar nuestra frustración, nuestra primera reacción es buscar – y encontrar – un culpable. Te aseguramos que, si en un principio te alivia tener a quién señalar, pasados los días y la bronca del momento, vas a necesitar más que eso para entender qué es lo que pasó y, sobre todo, saber cómo hacer para que no vuelva a pasar.

Es súper importante que tu equipo de trabajo se sienta lo suficientemente cómodo con los errores. Si reprimís a quienes se equivocan, es bastante probable que la próxima vez que lo hagan, intenten esconderlo, transformándolo en un problema más grande. Generá un clima de aprendizaje, hacé que cada dificultad sea una pregunta y desanden juntos el camino hecho para ver en qué momento las cosas empezaron a funcionar mal.

Sacá el tigre que hay en vos
Sabemos que al principio puede ser muy incómodo. Nadie sueña con darse cuenta de que se falló en algo que se pensaba, iba a ser un éxito.  Por supuesto que no es fácil de asimilar y, muchas veces, genera una frustración tan grande que lo primero que se piensa es ¿por qué me independicé? Acá tenemos la respuesta: te fuiste del trabajo fijo que tenías porque tuviste la suficiente personalidad como para dejar de lado la comodidad y sentirte seguro de que ibas a poder llevar a cabo tu proyecto.

Ese espíritu emprendedor ya no te lo saca nadie y es esa garra la que tenés que usar al enfrentarte con un momento de crisis. Las situaciones complicadas son solo un paso más que te acercan a tu objetivo. Esta vez te fue mal, pero… ¿Por qué te va a ir mal en la próxima? Poné en uso toda esa positividad que te caracteriza, esa que te ayudó a dejar tu trabajo fijo para cumplir con un sueño.

Solo es más difícil
Así como te recomendamos que a la hora de emprender, busques un socio, también lo hacemos para cuando las cosas se ponen difíciles. Rodearse de personas que tengan un perfil distinto al tuyo y con las cuales se complementen es sumamente útil al momento de encarar un proyecto. Basándote en miradas y opiniones distintas siempre vas a construir algo más rico. Lo mismo ocurre cuando te enfrentás a una situación complicada. Además de tener un hombro en el que apoyarte, tu/s socio/s van a tener también en estos casos, una mirada diferente.

Reconstruir todo lo ocurrido analizándolo desde perspectivas diversas es lo mejor que te puede pasar en una crisis. Vas a tener una visión 360 que, sin dudas, va a permitir que tu aprendizaje sea aún mayor.

 

Lo principal es que le cambiemos la carga a los momentos de frustración y que no pesen a la hora de elegir el camino del emprendedurismo. Aprender a sobrellevar estas malas experiencias es una parte fundamental de tu formación como director de tus proyectos. Como dice el título de esta nota, si estás enfocado en cumplir tus sueños, nada puede malir sal. O sí. ¿Pero qué importa?

 

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